Fue Anselmo Peralta, un bumangués emprendedor, quien promovió la construcción del Teatro Coliseo Peralta, una bella edificación inspirada en la arquitectura de los corrales de comedias españolas, y que a pesar de nuestra falta de atención, permanece de pie en la Carrera 12 con Calle 41, como una forma de invitarnos a que no olvidemos lo importante que es la cultura en una sociedad, como expresión de sus costumbres y sus  tradiciones.

La obra se realizó entre 1888 y 1893 como un espacio para llevar a cabo actividades de sano esparcimiento, con una capacidad para 1000 personas sentadas.

Fue precisamente en este lugar donde por primera vez se realizó una función de cine mudo en Colombia, gracias a un  Vitascopio traído el 21 de Agosto 1897,  y así durante su auge de más de 40 años, los asistentes disfrutaron de la presentación de zarzuelas, obras de teatro, espectáculos musicales y por supuesto el cine mudo del genial Charles Chaplin.

Estoy segura Angelita, que tu abuelita Cecilia, con lo alegre que era, no se perdió ninguna de las presentaciones que hicieron  en este lugar.

La decadencia de este centro cultural, se dio a partir de 1930 con la construcción de otros teatros que presentaban el “nuevo” espectáculo: el cine sonoro.

Mediante el decreto No. 292 del 24 de Noviembre de 1975 el Teatro Coliseo Peralta fue declarado Bien de Interés Cultural.

Actualmente el lugar es propiedad del CLUB KIWANIS de Bucaramanga; El colectivo Jaula Abierta Taller de Teatro, dirigido por el Maestro Jaime Lizarazo, ha colaborado con su limpieza y mantenimiento y esporádicamente presenta eventos teatrales.

Cómo nos gustaría que este espacio, resurgiera nuevamente, que volviera a sus raíces, con su objetivo de impulsar el arte y la cultura de nuestra ciudad, poniéndonos como tarea darlo a conocer a niños y jóvenes, para presentarlo como un lugar que hace parte de nuestra historia. Y con el llamamiento a la empresa privada o entes estatales para que aporten los fondos necesarios para su restauración y puesta en  marcha de un plan, que lo haga rentable, y de esta manera no dejar morir un tesoro de nuestra cultura.

 

 

 

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